CUBA: EEUU severo con la compra de tabacos cubanos en internet

EEUU severo con la compra de tabacos cubanos en internet

Las autoridades estadounidenses tienen un nuevo foco de atención para impedir las violaciones del embargo impuesto al régimen de Fidel Castro: las ventas de tabaco cubano a través de internet.

De acuerdo con cifras del Departamento del Tesoro, durante el presente año fiscal las multas a individuos que desde Estados Unidos han adquirido puros cubanos utilizando la internet ascienden ya a $20,268. El período fiscal 2007 concluye el próximo 30 de septiembre.

Se trata de una modalidad sin precedentes en los controles de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), que por primera vez en sus reportes menciona violaciones del embargo por compras de productos cubanos usando la red cibernética.

Las multas impuestas por la OFAC a individuos y compañías estadounidenses que han violado el embargo durante el actual período fiscal totalizan $498,934, una cifra que duplica ya el monto del 2006 y se aproxima a los $529,000 del 2005.

Las estadísticas de la OFAC indican que de las 29 multas gravadas hasta agosto del 2007 por transgredir las regulaciones del embargo, 14 han sido impuestas a compradores de puros originales cubanos en la internet.

Las violaciones ocurrieron entre el 2002 y el 2006 y en la mayoría de los casos los infractores se negaron a ofrecer voluntariamente información a las autoridades. El monto de las multas impuestas oscila entre $200 y $6,000.

Los funcionarios del Departamento del Tesoro consideran que la cantidad de casos en esta novedosa categoría no implica un cambio en la política de restricciones respecto a Cuba.

''Hay diversos factores que influyen en la proliferación de estos casos, pero el incremento de penalidades por una violación en particular no refleja necesariamente un reforzamiento de la política bajo el embargo'', declaró Molly Millerwise, portavoz de la OFAC.

Pero resulta obvio que la iniciativa para controlar los comerciantes cibernéticos de puros cubanos cobró fuerza a partir de septiembre del 2004, cuando la OFAC emitió una estricta regulación que ''actualizaba'' las disposiciones vigentes desde 1998 para la importación de tabaco, semillas y productos derivados, producidos o manufacturados en la isla.

La medida prohíbe comprar tabaco cubano por catálogos o vía internet a los ciudadanos estadounidenses y los residentes legales del país. Ni siquiera permite adquirir, transportar u operar con puros y otros bienes cubanos desde un tercer país a las personas que estén bajo jurisdicción de EEUU.

Tampoco las personas que viajen legalmente a la isla pueden regresar con tabaco o ron cubanos en su equipaje, aunque se trate de mercancías adquiridas dentro del límite de $100 permitidos por la ley.

Las multas personales por violar esas regulaciones pueden ascender hasta los $65,000. Si el caso termina en un tribunal federal, las personas que sean declaradas culpables tendrían que pagar hasta $250,000 o cumplir condenas de 10 años de cárcel.

La era de la internet ha puesto en guardia a las autoridades federales en el seguimiento de correspondencia electrónica, los salones de conversación o chats y otros usos de la red que pudieran arrojar actividades ilegales con países enemigos.

Las investigaciones con avanzadas técnicas cibernéticas para rastrear a los sospechosos de violar las leyes son ya práctica común de los agentes del FBI, y no han excluido las pistas sobre presuntos transgresores del embargo.

Millerwise admitió que la OFAC ha cooperado con ''una amplia gama de agencias federales para implementar las leyes del embargo'', pero declinó comentar sobre operaciones y organismos específicos.

La vigilancia estadounidense sobre el trasiego de puros en la internet coincide con una resolución del gobierno cubano, en vigor desde el pasado 1ro. de junio, la cual limita la cantidad de tabaco torcido que los viajeros pueden cargar en su equipaje a la salida del país.

La resolución No. 6/2007 de la Aduana General de Cuba intenta cerrarle las puertas al tráfico de tabacos desde la isla, y estipula que los viajeros sólo podrán llevar consigo 50 unidades de tabaco torcido. Las cantidades que excedan la cincuentena de puros pueden ser exportadas únicamente si los tabacos están contenidos en envases originales, cerrados y sellados con el holograma oficial, y el viajero acredita la adquisición lícita con una factura.

Empresarios cubanoamericanos de la industria tabacalera en el sur de la Florida saludaron la iniciativa del Departamento del Tesoro, aunque desestimaron que pudiera tener una influencia significativa sobre sus negocios.

''Me alegro que se aplique la ley, pero para mi negocio no significa nada'', manifestó Ernesto Padilla, propietario de la firma Padilla Cigars en Miami. Sus puros enrollados a mano en Miami han figurado por dos años consecutivos en la venerada nómina de los 25 mejores tabacos del mundo, según la revista Cigar Aficionado.

Padilla consideró que ''el mito del tabaco cubano'' se ha venido abajo en los últimos años, y opinó que la verdadera amenaza a los empresarios locales no son los puros fabricados en la isla, sino los impuestos que planea imponer el Congreso a las ventas de tabacos y cigarrillos en Estados Unidos.